Comenzamos nuestra andadura siempre en el margen izquierdo del barranco prohibido, y dado el insoportable calor y la humedad del rio, los tabanos atravesaban nuestra piel incluso atraves de las mallas, pero no se que era peor si el dolor del picotazo o el aroma del fus-fris que se roció la Garbi... en fin, poliki-poliki alcazamos el collado dejando atrás una ferronía de la que sacaban cobre?? según nuestro cultivado Iñaki.
Las vistas eran IM-PREZIONANTES, como narraba nuestra querida Sevillana que se vino al monte como si fuese al Pintxo-pote de Vitoria, pero txikillaaaaa(con acento de la Carmen Sevilla y sus ovejitas) con esos pantalones largos abombachados te nos vienes a un monte en donde hay que atravesar una aristilla??? y no os voy a hacer comentario alguno sobre su ultimo modelo de Goretex extrem.... todo un glamour para nuestros montes vascos.
¡Que Guay! ,igual voy mirando lo que me dijiste de hacerme chica , por lo de no desentonar , digo .
ResponderEliminarJa, ja, ja muy buena la crónica del Balerdi, divertida, es que la sevillana da mucho juego...
ResponderEliminarJajajjajjja... entonces no soy la única con agujetas, no? Llevo un par de días que parezco Clarita dando sus primeros pasos...
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