Camino
del Atxerito con el Txamantxoia me encontré
By Izas.Llevaba una semana nerviosa pensando en el embolado en el que me había embarcado esta vez. ¿Un único contacto con crampones y piolet serían suficientes para hacer frente a esta nueva aventura?
He soñado con caídas
interminables simulando triples mortales y cual clavadista experta,
tomando tierra firme con las puntas de los crampones para
posteriormente hacer una txiribuelta y con una gran sonrisa, saludar
a todas esas cimas por las cuales me iba a acabar deslizando.
La noche del viernes
no dió mucha tregua, no paraba de llover y llover y mi cabeza me
decía: ¿ayyy ama como esté la nieve aguatxirri esos pinchitos ya
agarrarán algo? No me quedaba otra que confiar…
Al levantarnos se
decidió que viendo el tiempo que hacía, íbamos a hacer el sábado
el Txamantxoia en lugar del Atxerito, ¿y sabéis cuando me enteré
yo de este cambio? Empapapada, pensando que me quedaban de 6 a 7h de
esta guisa y cuando apenas faltaban 40 minutos para hacer cima en él,
ahí es cuando supe que se había cambiado el plan..,albardada, al
borde de un ataque de nervios y sin txubaskero se vive mejor!!!
Íbamos una buena
grupeta y a mí eso me pone un poco nerviosa teniendo en cuenta mis
amplios conocimientos de alta montaña, mis inseguridades afloran aún
más si cabe.
Llega el momento de ponerse los zapatitos de pintxos y
para no variar, entro en shock , me bloqueo y me hago desde pipi
hasta popo pasando por el baile de sanvito y acabando cual nenuco
llorón...Por fin consigo activar el botón de: puedo con todo que
para eso soy mujer y de bilbo la ostia..kabenzotz!!! (no había
opción para echarse atrás y que me sacasen cantares, eso nunca!!!).
Tipi-tapa fuimos subiendo y al llegar a la cumbre es cuando me digo:
joder pero si no ha sido para tanto!!!
Fotitos de rigor, la niebla no
nos dejaba disfrutar mucho de la belleza que nos rodeaba y comenzamos
la bajada.
Me sentí como la Whitney Houston mientras descendíamos
por esa pared vertical, protegida en la parte de abajo por el gran
barbudo (siempre trasmitiendo calma) y en la parte de arriba por la
mujer trankimazin (no he conocido a nadie que trasmita tanta paz y
serenidad a la vez…el próximo día unas pastillitas en el café mi
arma!!!).
Paramos para hacer el
merecido hamaiketako y charlamos sobre la famosa dieta o forma de
vida que ahora está tanto en auge: ¿hidratos si o no?
Yo, por si
acaso, me doy a las barras de pan amigas!! Fuimos descendiendo por el
precioso bosque por el que habíamos ascendido, dada la cantidad de
barro que había daban ganas de dejarse llevar y aparecer del golpe y
porrazo en la carretera.
Al día siguiente,
sin apenas poder dormir, me levanto momento escatológico.com elevado
a la décima potencia (“si me queréis irse sin mi”). Consigo
darle la vuelta y empezamos la siguiente aventura: Atxeritooooo here
we gooooo!!!
Después de andar
unos km por pista y sortear algo de hielo por el camino, nos
adentramos en el valle por Foya de los ingenerios, menudo espectáculo
para los sentidos, el poder conectar con la naturaleza cada día me
parece más apasionante y gratificante. No tanto, el tener que
ponerme de nuevo esos pintxitos en los pies (aunque con el piolet me
siento una auténtica Pasaban), de nuevo bloqueo modo on para darle
al of en un ti-ta.
Tan sólo nos queda
subir y subir, “aprendiendo” subiendo y sobre todo “disfrutando”
subiendo.
Paredes que desde abajo parecen inaccesibles y que a medida
que nos vamos acercando su dificultad se va minimizando, escaleras
hechas por la tête de course que nos sirven a las más rezagadas,
como yo, para subir con más tranquilidad;
zigzages interminables
(vinieron bien para practicar el cambio de piolet de una mano a otra
e ir cogiendo más seguridad) hasta llegar a la ladera desde donde
enfilaremos derechitas hasta la cumbre; habiendo sorteado un paso que
unas hicimos bordeando por la zona rocosa y otras al más
estilo…pilla-pilla súbeme para arriba eup!!!.
Subidón increíble
al llegar a la cima y poder disfrutar de las maravillosas vistas que
ofrecen los piris..bufff.. es increíble la sensación de libertad
que se palpa desde ahí arriba.
Ver cómo la gente
subía con los skies y luego bajaban deslizándose por la nieve, hizo
que a más de un@ se lo pusieran los dientes largos…pero hoy tocaba
a patita!! Después de escuchar, por primera vez, un pequeño alud ya
sólo pensaba en pisar tierra firme…eso sí, la gente ni se
inmutaba, como si estuvieran acostumbrad@s a ese tipo de ruiditos a
todas horas..¿de qué pasta estáis hech@s?
La bajada fue mucho
mejor de lo esperado, cogiendo seguridad en una misma, practicando
cómo utilizar el piolet en caso de caída y divertida en muchos
momentos, porque cuando mete la pata..la mete hasta el fondo y nunca
mejor dicho o bien caes a lo croqueta creando nueva tendencia…jajajja
Al llegar hicimos
ocupación del parking, desplegamos todas nuestras pertenencias para
que se secaran (parecía que habíamos bajado del Everest…),
sacamos unas barritas de pan para celebrarlo (el agua tiene muchos
hidratos y nos sienta muy mal) y degustamos la comida compartida;
porque compartir es vivir, amar y alguna cosa más? Pues si, sobre
todo disfrutar, aprender de un@ mism@ y de l@s demás y un largo
camino lleno de un maravilloso aprendizaje:
“La cabeza nos
puede jugar muy malas pasadas y en nuestras manos está luchar contra
nuestros miedos (lo desconocido) para conseguir disfrutar del aquí y
del ahora y vivir las experiencias que la vida nos pone en nuestro
camino”
Quiero dar las
gracias a I@s organizadores de este gran fin de semana y a toda las
personas con las que tuve la oportunidad de compartir esta
maravillosa experiencia. Mila esker por vuestra paciencia,
comprensión, risas y por haber puesto de moda un nuevo juego: No sin
mi silla!!! Jajajja
P.D.: Con ganas de
más aventuras como ésta…echo de menos el piolet, los bastones y
sobre todo, los crampones. Hasta la próxima camaradas!!!