Sin faltar a nuestra cita semanal anticiclónica, nos dirigimos al pueblo de Mañaria, desde donde nos proponemos subir el Mugarra por su cresta oriental. Con una temperatura irrespirable cercanos a los 35º comenzamos nuestras andaduras por una pista asfaltada bastante pina para en pocos metros desviarnos a la derecha dejando de lado la ruta de bajada por la normal. Llegados a la valla que rodea la cantera, cogemos un senderito a la izquierda que entre el bosque nos conduce al cortafuegos debajo de la línea de tensión y da acceso a la arista de roca.
Jo Mari, menos mal que nos hemos subido en top, porque hace un sol del carajo... y entre risas, txistes y discursiones para resolver el mundo vamos resolviendo los pasos de arista hasta llegar al buzón del Atxurkulu (680m.) Destrepamos con cuidadin viendo en nuestro lado izquierdo la super placa que baja de esta pekeña cima y que nos da ganas de subir si hubiesemos traido cacharreo. Pronto se nos presenta el paso de IIIº donde Mari se encasqueta el casco, ya que mas vale prevenir que curar y afianzandonos a la roca más compacta que podemos, lo superamos sin problemas??? (Iñaki como nos metas más sustos de estos te sacamos con correa..). Un poquito más adelante destaca en la cresta un monolito pequeño de unos 3 o 4 m. que tiene aspecto de seta, y como no!!! Iñaki se sube a él en un sin plus, y la menda ni corta ni perezosa, detrás txupando culo, pero cuando me pongo de pie en él, Iñaki ya se ha metido un salto hasta el otro extremo de la arista. Buff, subidón adrenalitico con dudas incomprensibles en mi cabeza, llegaré al otro lado? me pegaré la gran os...? destrepo? Ante tanta pregunta salto y llego perfectamente al otro lado. La leche!!! este paso no lo explican en ningún blog, si es que... somos como sub... pero elevado al cubo. Cuando miro atrás, alli esta la Mari, subida también a la seta monolito y con una cara un tanto estraña, entre la risa, lloro, inquietud, inseguridad... todo en uno. La grito que si no lo ve, que destrepe, pero es que la Mari es mucha Mari y despues de me bajo, no me bajo.. Iñaki salta 20 veces para que viese que no pasa nada (a él, no te fa...) y darla confianza y Zasss La Mari sin problem al otro lado. Para Rikar con su 45 de pie, casi no le hace falta saltar, ventajas que tiene uno. En el camino de bajada por la pista se observa este paso claramente en la cresta y la verdad es que tiene lo suyo, no por la dificultad sino por la decisión de hacerlo o no. Si leyese esto mi amatxu me metería tal petaka que otra vez me pensaría mejor lo de saltar, pero que se le va a hacer, si no me han cambiado antes es que ya no tengo remedio. Llegamos a la cima en unas 2 h. 45 minutos habiendo parado a comer la super sorpresa que nos había preparado Iñaki: cerezas!!! pero de las buenas, esas que manchan y parece sangre... Acabo diciendo que el último tramo de cresta visto desde la roca, no se si es más dificil por cresta o por los corredores de hierba, que tienen una pinta patinosa increible. Nosotros fuimos por la cresta todo el tiempo para hacer honor a nuestro nombre: Neskalatzaileak.